Iglesia Italiana.

-¿Es que no hay nada que hacer por aquí?-me quejé caminando sin rumbo fijo.
Entonces me di cuenta de que había una iglesia delante de mi.
Con curiosidad,abrí la puerta y eché un vistazo.No pisaba una iglesia desde que tenía nueve años y me obligaban a ir.
Entré dentro examinando los bancos y las figuras...

Alzé la cabeza algo sorprendida.
-Hola.-le devolví la sonrisa.-Perdon por entrar sin avisar...-comenzé a decir,pero paré en cuanto ví que me miraba con cara rara,como si no me entendiera.-Perdon,pero...¿me entiendes?

-Oh,vaya...pues yo solo hablo inglés...-le extendí mi mano,con media sonrisa-Yo soy Angelica Kaiser.

Me senté a su lado,y fruncí el ceño intentando averiguar lo que me estaba diciendo.
-¿Qué?-dije al fin,sin entenderle.

-Qué curioso.-reí entre dientes,acercándome mas para poder ver el diccionario.-Bien...¿qué era lo que querías decir?-dije despacio,por si me entendía mejor así.

Reí.
-Si,perfectamente.-dije sonriendo.-¿Confesarme?La verdad,de momento no tengo motivos para hacerlo,pero bueno...

Le seguí.
-Vale,sé puedo confiar en ti.-sonreí levemente.-Mmm...la verdad,es que soy un ángel,que yo recuerde no he hecho nada malo.-reí-Ahora mismo no lo recuerdo.

-La verdad,vine aquí por curiosidad.-dije algo avergonzada-Hacia tanto tiempo que no entraba en una iglesia...tenía nostalgia.-reí-Espero que no te importe.Aunque...de todos modos,quizás me pase mañana por la misa.

Alcé las cejas un poco sorprendida,ya que no era muy religiosa y eso me sonaba extraño,pero lo disimulé bien.
-Pues eso haré,ir a visitar esta iglesia...y a ti.Me has caido bien,eres un buen sacerdote.-sonreí.

-Me incorporaré a las clases dentro de unos días,todavía no.Estudiaré piscología.-dije estirándome el vestido blanco,que estaba bastante arrugado.

-Vaya,arquitecto...esa es una carrera bastante complicada,¿no?-le sonreí.-Pero tienes que ser un buen estudiante si te mandan un encargo tan importante.A mi se me dan bien los niños,así que con la carrera de psicóloga trabajaré de psicopedadoga en un colegio infantil.

Cogí la cadena y la observé con atención,colgándomela del cuello.
-Estaré encantada de ayudarte.-dije,jugueteando con la cadena.