Centro de la ciudad

Volvió al poco con mi helado,lo cogí y me senté en las piernas de la mujer que había a mi lado.Parecía simpática.
-Una iglesia...-murmuré.Justamente me escapé del orfanato porque era religioso,y ahora tendría que estar en una iglesia.-Vale,me quedaré.

Vagando por el centro de la ciudad, totalmente aburrida, me detuve cerca de unas bancas a encender un cigarro, paseando la mirada por el sitio, en busca de alguien conocido
-No hay nadie.. ¿Que acaso Suiza se ha vuelto un pueblo fantasma?-
Suspire aburrida, siguiendo mi camino hasta que una figura familiar me hizo detenerme
-¿Luciano?-
Susurré, enarcando una ceja, acercandome al chico

El cigarro se me cayó de la sorpresa
-Luciano!...-
Lo abrace fuertemente
-Pues.. Suiza es mi nueva cajita de cristal-
Rei entre dientes, mirandolo de arriba a abajo
-Vaya Luciano, haz cambiado... Mucho... Demasiado diria yo-
Susurre con cierta coqueteria infantil

Enarque una ceja
-¿Crees que he cambiado?... Bueno... una chica hace lo que se puede por ser linda-
Rei entre dientes, mirandolo fijamente
-¿Cuanto tiempo ha pasado... Cuatro años?-
Susurre con media sonrisa
-Supongo que ahora seras el padre Luciano-
murmure con inocencia

Sonrei ampliamente
-Felicidades!-
Susurre con una veta irreconocible en la voz
Que desperdicio... Tan bueno y sacerdote... Aunque.. No por ello deja de ser hombre
Pense, mirando a Luciano fijamente
-¿Y te han asignado a Suiza?, vaya!, que agradable coincidencia-
Sonrei enigameticamente

Rei igual que el, con un matiz de ironia
-Bueno.. Siempre me han gustado los problemas-
rei levemente
-¿A ti te sacare de tus casillas rapido, o tendras mas paciencia que otros?-
Enarque una ceja, sonriendo con picardia

Alce ambas cejas
-Te asombrarias si me confesara contigo-
Rei entre dientes
-La chiquilla problematica de Italia...-
Me acerque a su oido
-...Se ha esfumado-
rei suavemente, encogiendome de hombros, con una sonrisa traviesa

Rei con un matiz de ironia
-Que inocente Luciano!-
susurre entre risas
-Al contrario... Soy mas... traviesa.. por asi decirlo-
Enarque una ceja
-De hecho...-
Mordi mi labio con suavidad, mirando el suelo con aire compungido
-Que bueno que te veo... ¿Sera posible que me confiese contigo?-

Lo mire fijamente, con cara de cachorro apaleado
-Sera mejor que vayamos a la iglesia, necesitaras sentarte.. Y un sitio donde no puedas gritar-
susurré mordiendo mi labio y suspirando, aquella actuacion de niña buena me la sabia de memoria

Frunci el ceño, levemente enfurruñada por que me revolvio el cabello
-Vamos San Luciano-
Rei levemente, tomandolo de la mano y tirando de el hacia la iglesia

-Que bien Natasha,se han olvidado por completo de ambas.-suspiré.
La niña me miró casi riendo ante la situación.
-Pues tendré que ir contigo,¿no?-dijo ella,agarrándome fuerte.Tendría miedo a quedarse sola...
-Por supuesto,¿a caso lo dudabas?-reí abrazándola.-Soy Angelica.Mañana te llevaré a la iglesia de todos modos,pero hoy dormirás conmigo.
-Vale...-murmuró enfurruñada.Por lo que veía,no tenía muchas ganas de marcharse.
-Venga,vamos.-la cogí de la mano y me la llevé conmigo.

Volví por si casualidad había vuelto al parque;si no estaba,debería ir a la iglesia...
Llevaba a Natasha de la mano.Nos llevabamos muy bien,la verdad,era una buena chica.
Al final divisé a Luciano sentado en un banco,y le saludé con la mano yendo hacia el.
-Al fin...¿donde te metiste?-dije.

Me apreté contra Angelica,asintiendo con la cabeza.
-Vale...mas helado.-murmuré mirándole.